miércoles, 2 de julio de 2014

Ciencia y Ética - La Masacre del Sanguinario Escuadrón 731

Fernando Velázquez Cervantes


La Masacre del Sanguinario Escuadrón 731

Hola gente, buenas noches. Después de un largo tiempo sin haber subido material nuevo, estoy de regreso en mi última, pero no menos emocionante publicación. Como lo dije en la anterior, se revelarán los antecedentes al proyecto MK Ultra, de modo que puedan asustarse un rato, pero a la vez, aprender una valiosa lección acerca de los avances de la ciencia y de las consecuencias que podrían traer los malos usos de ella.

Disfrútenla tanto como yo disfruté escribirla para ustedes ;).

Introducción

.
Cada vez estamos más cerca del futuro
anhelado.
Sin lugar a dudas, la ciencia ha sido considerada como una herramienta de gran utilidad a la que se le pudo sacar mucho provecho para obtener resultados milagrosos e increíbles. Tantos han sido estos que lo más que podemos esperar gracias a ellos, es un mejor y más brillante mañana. No en balde, la ciencia ha tenido tropiezos, en los cuales fue empleada para fines más macabros que los que nos conducirían al futuro anhelado por todos.

Hubieron casos pequeños en los que los resultados fueron desastrosos, pero no a tal punto de ser considerados como catastróficos; sin embargo, hubieron casos en los que uno o más individuos tuvieron que pagarla realmente caro con sus vidas.
Hasta sobra tener que presentarlos.


Este es tan solo uno de aquellos casos en los que las destrucciones fueron severas y cuyos mórbidos experimentos emplearon humanos. Remontándonos a la época de la Segunda Guerra Mundial, nos percataremos de que aquellos crímenes fueron obra del régimen fascista japonés, cuya milicia mandó a instalar laboratorios de investigación en China, con investigadores que se autodenominaban "el escuadrón 731". 

Paralelismo con la IIGM

Ambos bandos se aliaron para vencer a los fascistas.
Durante la época en la que ambos bandos (capitalista y socialista) se aliaron para derrotar al Eje Roma-Tokio-Berlín, Japón demostró compartir la misma ideología con Alemania, en particular, con la creencia de la existencia de razas superiores a otras. A pesar de no tener un vínculo tan fuerte con Alemania como el que tenía Italia, la ideología de Japón fue realmente admirada por el mismo Hitler.

Joseph Mengele
El país del sol naciente, Japón, despreciaba a sus vecinos asiáticos, por la idea de que ellos portaban sangre contaminada, inferior a la suya. Uno de ellos, China, pertenecía al bando comunista, cosa que le daba más razones a los japoneses para atacarlos. Japón tenía ventaja sobre China, sobre todo sobre su ejército y alianzas con otros países. Finalmente, lograron cruzar el territorio chino, instalando bases militares y laboratorios. El más destacado fue instalado sobre una planta purificadora de agua en la ciudad de Harbin, donde este sería reguardado por militares.

Inspirados en los trabajos de Joseph Mengele, mejor conocido como el "Ángel de la Muerte", los científicos de dicha instalación científica empezaron a realizar sus mórbidos experimentos con seres humanos pertenecientes a razas bajas, según ellos.

La Primera Fase

Dentro de estas instalaciones, ocurrían horrores
inimaginables y grotescos.
Japón tenía en mente planes ambiciosos, relacionados con el avance tecnológico en armamento y medicina, tal como los planes de la Alemania nazi. Por tal razón, Japón convocó a sus mejores científicos para ponerse manos a la obra.

Como todo buen científico debe replicar sus teorías para comprobarlas, ellos encontraron la manera perfecta de hacerlo: consiguiendo ganado humano. Muchas de las "ratas de laboratorio" eran prisioneros políticos y demás personas de origen asiático. Si alguien se adentrara a investigar que les pasó, saldría perturbado por una cantidad considerable de tiempo, ya que los horrores vividos ahí son casi indescriptibles. Cabe destacar que hubo gente que pasó por las instalaciones, pero que solo vivió para contarlo.

Los Más Perturbadores Experimentos

laboratorio
Los científicos en algunas de sus labores.
Los japoneses tienen fama de ser muy ordenados, por eso los científicos se tomaron la libertad de dividir las instalaciones en departamentos, uno por cada aspecto a probar, como armamento, enfermedades creadas, cirugía, etc.

Los experimentos relacionados con las enfermedades consistían en "jugar" con variantes de la lepra, sífilis, gonorrea, entre otros e inyectárselas a los "pacientes". Posteriormente, los colocaban en salas con paredes de vidrio para estudiar sus comportamientos y la efectividad de sus enfermedades. La gente sufría desde espasmos musculares hasta el derramamiento de sangre por la boca.

Era vital tener armas en buen estado. Por eso, las víctimas
sirvieron para probarlas.
El departamento de armamento se encargaba de probar las armas empleadas por el ejército en los prisioneros políticos. Como tiro al blanco, los ataban o encadenaban y jugaban con las armas para dar en el "blanco". Desde granadas hasta lanzallamas fueron utilizados.

Finalmente, en los departamentos de cirugía, se realizaban los experimentos más atroces y más dolorosos de todos. Los encargados empezaban por abrir el estómago de las víctimas para sacarle los órganos internos, y lo peor de todo: sin anestesia. Así, mataban tres pájaros de un tiro: Monitoreaban cuanto dolor podía soportar el paciente, practicaban la manipulación de un cuerpo sin que este muriera en poco tiempo y colaboraban con el departamento de enfermedades para poder inyectárselas al cuerpo. Un caso realmente conocido fue cuando le inyectaron orina de caballo a los riñones de una mujer embarazada.
Se estima que estos eventos le quitaron la vida a decenas de
miles de chinos y demás presos políticos.

Todos tomaban nota de los resultados que obtenían tras experimentar arduamente. Se hacían cuestiones como: ¿Qué pasa si se transfiere sangre de animal a un cuerpo humano? ¿Qué tanto una persona aguanta temperaturas extremas? ¿Qué pasa si se mezcla una muestra de agua marina en el torrente sanguíneo?





Nuevamente... con las manos en la masa.

Gral. Shiro Ishii
Cuando Japón fue derrotado por Estados Unidos, lo único que quedaba por hacer era eliminar la evidencia. Shiro Ishii, quien estaba detrás de todo esto, dio la orden de asesinar a todos los especímenes y quemar todos los archivos. Desafortunadamente, no hubo tiempo suficiente para terminar esa tarea y fueron arrestados todos los involucrados en aquellos crímenes sin justificación. En cuanto a Ishii, quien despiadadamente dirigió lleno de orgullo aquél inhumano suceso, fue arrestado por un corto plazo de tiempo, insuficiente para pagar por todos su crímenes.

Gral. Douglas MacArthur
Antes de cumplir con su sentencia, fue llamado secretamente por el general americano Douglas MacArthur, quien le hizo una oferta que no podía rechazar: lo indultaría por todos sus crímenes si compartía sus conocimientos única y exclusivamente con el ejército de los Estados Unidos. Y así fue, Ishii terminó pronto con su condena y empezó a trabajar. Es difícil de creer, pero sus conocimientos dieron muchos frutos en el campo médico y en el de creación de armas de destrucción masiva.
Allen Dulles


Tiempo después, un trabajador de la CIA se vio interesado en las investigaciones y trabajos del general japonés, inspirándose a crear proyectos innovadores y efectivos. Lo más curioso de esto es que aquel trabajado de nombre Allen Dules, llegó a ser director de la misma organización, poniendo así en marcha el "Escalofriante Proyecto MK Ultra". 

Conclusiones

Primero, aquí les dejo un link con imágenes REALES de las victimas y las operaciones que llevaban a cabo los científicos.

ADVERTENCIA: Las imágenes tienen alto contenido de sangre, violencia y son extremadamente gráficas. Pueden ser inapropiadas para un público sensible o escaso de madurez. Se recomienda discreción.

https://www.google.com.mx/search?newwindow=1&biw=1280&bih=685&tbm=isch&sa=1&q=escuadron+731&oq=escuadron+731&gs_l=img.3..0l8j0i24l2.4839.5008.0.5320.2.2.0.0.0.0.106.190.1j1.2.0....0...1c.1.48.img..0.2.190.yQCh361Dc8Y

Ahora si, las conclusiones: A lo largo de mi joven vida, he visto monstruos y demás espectros en las películas y en la T.V. En lo personal, no dan miedo por ser feos y ficticios. Pero si existe un monstruo que me aterra demasiado, que vive entre todos nosotros, con el cual convivimos a diario, que no tiene debilidad alguna, que no es solo uno, sino 7.2 mil millones y que cada vez más aumenta el número. Si, me refiero a todos nosotros, los seres humanos.

Como dice aquella canción: ¿A dónde vamos a parar? La naturaleza nos dio nuestros ojos para ver el espectáculo de la vida, nos dio una boca para besar a nuestros seres queridos, nos dio unos brazos para abrazar a aquellas personas especiales y nos dio una mente para pensar en como cambiar al mundo y hacerlo un mejor lugar. Pero hacemos todo lo contrario, y cada vez empeora más. Realmente, ¿el amor es todo lo que necesitamos?

Ese monstruo, Shiro Ishii, consumido por la ambición y segado por el poder, nunca tuvo la capacidad de ver más allá y tener aprecio por la vida humana. Sobre todo, nunca pagó un precio justo por todas sus acciones y por toda la sangre derramada en aquellos días, sin mencionar a algunos otros monstruos que hicieron peores cosas. Honestamente, me llevaría toda la semana mencionarlos a todos y a cada uno.

Por último, quisiera expresar mis agradecimientos a ustedes por haberse interesado en mis publicaciones, las cuales hago especialmente para ustedes y para su cultura. En serio, estas semanas han sido muy especiales en ese aspecto. Espero hayan aprendido algo realmente valioso al leerlas.

¡Gracias por su atención! ¡Adiós y hasta la próxima!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario