martes, 20 de enero de 2015

Acción Poética

¡Hola! En esta sección del blog voy a publicar varias frases, fragmentos de alguna lectura, poesías o alguno que otro pensamiento que alguna persona haya dejado en el mundo, y en base a eso voy a hacer una pequeña reflexión. Creo que hoy en día, en la sociedad que vivimos, nos falta mucha humanidad y varias cosas que son tan pequeñas, y sin embargo, nos pueden transformar y pueden cambiar la vida. También, de vez en cuando voy a publicar notas curiosas o notas de cultura.
El día de hoy les comparto un fragmento de un libro que me pareció muy interesante:

“Trata de imaginarte la vida sin cronometraje.
Probablemente no puedes. Tú sabes el mes, el año, el día de la semana. Ahí hay un reloj en tu pared o en el tablero de tu auto. Tú tienes un horario, un calendario, un tiempo para la cenar o para una película.
Y aún así, a tu alrededor, el cronometraje es ignorado. Las aves no están retrasadas. Un perro no checa su reloj. Un venado no se preocupa por haber olvidado algún cumpleaños.
El hombre, él solo, mide el tiempo.
El hombre, él solo, dice la hora.
Y, por esta razón; el hombre sufre un temor paralizante que ninguna otra criatura vive.
El miedo de no tener tiempo.”

¿Cuántas veces no nos hemos preocupado por cosas insignificantes? Este fragmento me dejó pensando en cómo el ser humano vive tan encerrado en su burbuja de aire que se empieza a preocupar por cosas que no necesita. Ahora en el mundo tecnológico, lo que más importa es el internet. Empiezo creer que las personas están dispuestas a sufrir una enfermedad terminal antes de dejar de usar el internet más de un día y eso no lo comprendo. Últimamente todo se ha vuelto tan frío, y no me refiero en el aspecto climático, sino en la forma en la que vivimos los seres humanos. Ya nadie se toma un momento para detenerse, mirar al cielo y contemplar las nubes blancas y esponjosas, o escuchar el trinar de un pajarito cuando vas de camino a la escuela o al trabajo. Necesitamos recuperar eso, esos pequeños detalles que hacen a una persona más humana y consiente de lo que en verdad importa.


Dato Curioso: Cuando una persona se sonroja, también lo hace su estómago.




                                                                                             María José Fernández Dávalos

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